Estudios científicos apoyan la teoría que la estimulación
por contacto es absolutamente necesaria para nuestro bienestar tanto físico
como emocional.
Varios experimentos han demostrado que el contacto físico
puede:
- Hacernos sentir mejor acerca de nosotros mismos y nuestros alrededores. Se manifiesta en una mejora de la autoestima: la seguridad de su identidad y potencial, la valorización de los demás como semejantes y el apoyo en situaciones difíciles (Altruismo)
- Fomenta el respeto por el propio cuerpo y el de los demás.
- Tener un efecto positivo en el desarrollo de lenguaje en niños al igual que la capacidad intelectual.
- Ayuda a vencer miedos
- Abre las puertas a los sentimientos
- Ayuda a reducir tensiones
En Koinonia, Por medio de diversas
dinámicas, los niños y niñas probarán diferentes experiencias táctiles. Se
proponen actividades que estimulan, otras que relajan, otras que curan y otras
que simplemente que divierten.
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