Se necesitan dos cosas para la apropiada enseñanza de los hijos: UNA ACTITUD CORRECTA Y UN FUNDAMENTO CORRECTO.
Una atmósfera permeada con crítica destructiva, condenas, falsas expectativas, sarcasmo, intimidación y temor, provocará a ira al niño. En una atmósfera semejante, no se podrá ofrecer enseñanza sana alguna.
La alternativa positiva sería una atmósfera rica en ternura, entusiasmo, amor y disciplina. En una atmósfera así, los padres pueden edificar las vidas de sus hijos sobre el fundamento del conocimiento de Dios.
Julie Roy González G.
Twitter: @JulieRoyG
facebook.com/ Julie Roy González Güeto
No hay comentarios:
Publicar un comentario