lunes, 3 de agosto de 2015

¡Juega!



Cuando juegan, los niños ejercitan su cuerpo en crecimiento, aprenden a controlar y coordinar sus músculos, las articulaciones, los movimientos, pero además, estimula la inteligencia y las emociones. Con el juego los niños adquieren experiencia al conocerse a si mismos y al mundo que les rodea, aprenden a ser imaginativos, a dramatizar, simulando ser otras personas, niños, adultos o animales, aprenden a compartir, tolerar frustraciones, y a representar escenarios y situaciones reales o irreales que les ayudarán a crecer.


 
En Koinonia reconocemos el valor del juego sano, divertido y emocionante como parte del desarrollo y salud integral no sólo de los niños, sino de los jóvenes y de los adultos. Por eso, contamos con el programa JUGANDO, APRENDO encaminado a fomentar espacios de entretenimiento basado en juegos tradicionales como: carrera de sacos, la cuchara y el limón, carrera de relevos, aeróbicos, rondas infantiles, carretillas, batallón, etc; y en deportes como fútbol, beisbol y sus variaciones (bate de tapita, bola de trapo) así como la realización de Concursos (baile, canto, etc.), pasarelas, realización de ferias, bingos y otras dinámicas como volar cometas, desafíos, entre otros. 



 ¿Crees que los juegos sólo son para niños? 

Una de las formas en que podemos vencer la rutina que insiste en consumirnos día a día es dejando salir nuestro niño interior por medio del juego...Saca de tu escritorio escondido tu mazo de cartas o juegos de mesa y planea una pequeña reunión familiar o con amigos. Todos tenemos un niño interno, ¿por qué no dejarlo salir?

Aquí te dejamos un poster sobre cómo alimentar y sacar tu niño interior...DIVIERTETE! 

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